Su exitosa iniciativa científica fue el paso definitivo para salvar una especie animal africana que estaba en peligro de extinción. La noticia recorrió el mundo en Agosto de 2004 con gran despliegue, pues aunque antes se habían clonado ovejas, caballos y vacas, nadie lo había hecho con animales salvajes. Sin embargo este extraordinario adelanto no ha sido el único aporte a la ciencia hecho por esta destacadísima científica colombiana. Ella tiene muchas realizaciones que la han posicionado internacionalmente como una eminencia. Durante su postdoctorado en el Audubon Institute, de Nueva Orleáns, aplicó la técnica que había utilizado durante su doctorado, la “Inyección espermática intracitoplasmática” (ICSI), en el gato doméstico como modelo para la preservación de felinos en vía de extinción.

Utilizando esta técnica, produjo los primeros nacimientos de gatos domésticos con óvulos madurados en el laboratorio in vitro y los primeros nacimientos de gatos domésticos, después de optimizar la técnica de congelación de embriones con óvulos madurados in vitro. Posteriormente, en el año 2001, viajó a Australia a entrenarse en las técnicas de clonación que se habían desarrollado en ovejas, con el objeto de aplicarlas en un área que siempre había estudiado, la de los felinos, convirtiéndose en líder mundial del tema. Después vino su paso más importante ya mencionado.

Después del nacimiento del primer gato salvaje Africano (African wildcat), la científica colombiana sigue en la tarea de producir hembras clonadas de la misma especie, para demostrar que estos animales serán fértiles y podrán reproducirse naturalmente. Tales resultados, confirmarían la viabilidad de la tecnología para la preservación de especies en vía de extinción, o por lo menos para la preservación de felinos salvajes amenazados ó en vía de extinción.